martes, 27 de diciembre de 2011

Los altísimos de Norlatiadek.

Los gobernantes de las constelaciones son de la orden Vorondadek de filiación del universo local. Cuando se los comisiona a servicio activo en el universo como gobernadores de las constelaciones o en otras funciones, estos Hijos son denominados los Altísimos puesto que incorporan la más elevada sabiduría administrativa, combinada con la lealtad más clara e inteligente, de todas las órdenes de los Hijos de Dios del Universo Local. Su integridad personal y su lealtad al grupo nunca han sido puestas en duda; jamás ha ocurrido en Nebadon una deslealtad de los Hijos Vorondadek.
      
Gabriel comisiona por lo menos tres Hijos Vorondadek como los Altísimos de cada una de las constelaciones de Nebadon. El miembro que preside este triunvirato se conoce como el Padre de la Constelación y sus dos asociados son el Altísimo de más alto rango y el Altísimo de menor rango. Un Padre de la Constelación reina por diez mil años estándar (alrededor de 50.000 años de Urantia), habiendo servido previamente como asociado menor y como asociado decano por períodos iguales.
      
El salmista sabía que Edentia estaba gobernada por tres Padres de la Constelación y por lo tanto habló de su morada en plural: «Hay un río, cuyos caudales alegrarán la ciudad de Dios, el lugar más sagrado de los tabernáculos de los Altísimos».
      
A través de las edades ha habido gran confusión en Urantia sobre los distintos gobernadores del universo. Muchos maestros más recientes confundieron sus vagas e indefinidas deidades tribales con los Padres Altísimos. Aún más tarde, los hebreos mezclaron todos estos gobernantes celestiales en una Deidad compuesta. Un maestro comprendió que los Altísimos no eran los Gobernadores Supremos, pues dijo: «Aquél que mora en el lugar secreto del Altísimo vivirá a la sombra del Todopoderoso». En los registros de Urantia es muy difícil a veces saber exactamente a quien se refiere el término «Altísimo». Pero Daniel comprendió plenamente estos asuntos. Él dijo: «El Altísimo gobierna en el reino de los hombres y se lo otorga a quienquiera él desea».
      
Los Padres de la Constelación poco se ocupan de los individuos de un planeta habitado, pero están estrechamente asociados con las funciones legislativas y relacionadas con la ley de las constelaciones que tan grandemente conciernen a cada raza mortal y grupo nacional de los mundos habitados.
      
Aunque el régimen de la constelación se interpone entre vosotros y la administración del universo, como individuos vosotros comúnmente no os ocuparíais mucho del gobierno de la constelación. Vuestro mayor interés se concentrará normalmente en el sistema local de Satania; pero temporalmente, Urantia está estrechamente relacionada con los gobernantes de la constelación debido a ciertas condiciones planetarias y del sistema, consecuencia de la rebelión de Lucifer.
     
Los Altísimos de Edentia tomaron ciertas fases de la autoridad planetaria en los mundos rebeldes en el momento de la secesión de Lucifer. Han continuado ejerciendo este poder, y los Ancianos de los Días desde hace mucho tiempo confirmaron esta asunción de control de estos mundos descarriados. Indudablemente continuarán ejerciendo esta jurisdicción asumida hasta tanto viva Lucifer. Buena parte de esta autoridad generalmente correspondería, en un sistema leal, al Soberano del Sistema.
      
Pero existe aún otra manera por la cual Urantia se relacionó en forma peculiar con los Altísimos. Cuando Micael, el Hijo Creador, estaba en su misión final de autootorgamiento, ya que el sucesor de Lucifer no gozaba de autoridad plena en el sistema local, todos los asuntos de Urantia relacionados con el autootorgamiento de Micael fueron supervisados directamente por Los Altísimos de Norlatiadek.