miércoles, 28 de diciembre de 2011

El Monte de la asamblea, El Fiel de los Días.


El monte de reunión más sagrado es la morada del Fiel de los Días, el representante de la Trinidad del Paraíso que actúa en Edentia.
      
Este Fiel de los Días es un Hijo de la Trinidad Paradisiaca y ha estado presente en Edentia como representante personal de Emanuel desde la creación del mundo sede central. Por siempre el Fiel de los Días está a la diestra de los Padres de la Constelación para asesorarlos, pero jamás pronuncia consejos a menos que se le pida. Los elevados Hijos Paradisiacos no participan nunca en la dirección de los asuntos de un universo local excepto según se lo soliciten los gobernantes actuantes de dichos reinos. Pero todo lo que es el Unión de los Días para el Hijo Creador, lo es el Fiel de los Días para los Altísimos de una constelación.

      
La residencia del Fiel de los Días de Edentia es el centro, en la constelación, del sistema del Paraíso de comunicación y recolección de datos extrauniversales. Estos Hijos de la Trinidad, con sus séquitos de personalidades de Havona y del Paraíso, en enlace con el Unión de los Días de supervisión, están en comunicación directa y constante con su orden en todos los universos, aun hasta Havona y el Paraíso.


      
El monte más sagrado es exquisitamente hermoso y maravillosamente adornado, pero la morada del Hijo del Paraíso es modesta en comparación con la morada central de los Altísimos y las setenta estructuras que la rodean y que comprenden la unidad residencial de los Hijos Vorondadek. Estos edificios son exclusivamente residenciales; están totalmente separados de los grandes edificios que constituyen la sede administrativa en la que se tratan los asuntos de la constelación.

      
La residencia del Fiel de los Días de Edentia está ubicada al norte de estas residencias de Los Altísimos y se la conoce como «el monte de la asamblea del Paraíso». En estas mesetas consagradas, los mortales ascendentes se reúnen periódicamente para escuchar a este Hijo Paradisiaco relatar el largo e interesante viaje de los mortales en progreso a través de los mil millones de mundos de perfección de Havona y a continuación hasta las delicias indescriptibles del Paraíso. Y es en estas reuniones especiales en el Monte de la Asamblea que los mortales morontiales conocen mejor a los varios grupos de personalidades de origen en el universo central.

El traidor Lucifer, cierta vez soberano de Satania, al anunciar sus exigencias de una mayor jurisdicción, intentó desplazar a todas las órdenes superiores de filiación en el plan gubernamental del universo local. Se lo propuso en su corazón, diciendo: «Elevaré mi trono por encima de los Hijos de Dios; me sentaré en el Monte de la Asamblea en el norte; y seré como el Altísimo».
      
Los cien Soberanos de Sistema concurren periódicamente a los cónclaves de Edentia que deliberan sobre el bienestar de la constelación. Después de la rebelión de Satania, los archirrebeldes de Jerusem pretendían concurrir a estos concilios de Edentia tal como lo habían hecho en ocasiones pasadas. Y no se encontró forma de evitar esta arrogante actitud hasta después del autootorgamiento de Micael en Urantia y su subsiguiente asunción de la soberanía ilimitada en todo Nebadon. Desde aquel día, no se ha permitido jamás a estos instigadores del pecado sentarse en los concilios de Edentia de los Soberanos leales de los Sistemas.

      
El hecho de que los maestros de los tiempos antiguos conocían de estos asuntos se demuestra por el registro: «Y hubo un día en el que los Hijos de Dios se apersonaron ante los Altísimos, y Satán también concurrió y se presentó ante ellos». Ésta es una declaración de hecho, sea cual fuere la conexión en la cual aparece.

      
Desde el triunfo de Cristo, todo Norlatiadek se está limpiando de pecado y de rebeldes. Poco antes de la muerte de Micael en la carne, el asociado del Lucifer caído, Satán, intentó concurrir a un cónclave de Edentia, pero la solidificación de sentimiento contra los archirrebeldes había alcanzado el punto en que las puertas de la compasión estaban casi universalmente cerradas de modo tal que no dieron pie a los adversarios de Satania. Cuando no se abre la puerta para dejar pasar el mal, no existe oportunidad para el pecado. Las puertas de los corazones de toda Edentia se cerraron contra Satán; fue rechazado unánimemente por los Soberanos de Sistema reunidos, y en este momento fue cuando el Hijo del Hombre «contempló a Satán caer como un relámpago de los cielos».

      
Desde la rebelión de Lucifer se ha provisto una nueva estructura cerca de la residencia del Fiel de los Días. Este edificio temporal es la sede del enlace con el Altísimo, quien funciona en estrecho contacto con el Hijo Paradisiaco como asesor para el gobierno de la constelación en todos los asuntos que se relacionan con la política y actitud de la orden de los Días hacia el pecado y la rebelión.