Texto completo, traducido de un reportaje de PRAVDA, firmado por el periodista y científico Gennady Belimov.
Kipriyanovich, describe el trabajo del parto: "Fue muy rápido y no sentí dolor. Cuando me mostraron el bebé, me miraba fijamente con sus grandes ojos castaños. Como médica, se que no es habitual entre recién nacidos esa mirada concentrada. Excepto este hecho parecía un bebé normal".
Cuando salió de la maternidad de vuelta al hogar, Nadezhda comenzó a percibir que el niño llamado Boris, tenía un comportamiento singular: raramente lloraba y nunca solicitaba alimento. Crecía como los otros niños, pero comenzó a hablar frases enteras a los ocho meses. Con año y medio, leía periódicos.
Los padres le dieron un juego de piezas para montar figuras y él comenzó a elaborar piezas geométricas combinando diferentes partes con precisión. "Tenía la impresión de que nosotros éramos como aliens para él, aliens con los que él estaba intentando comunicar" – dijo la madre de Boris o Boriska como es llamado por la familia.
Boriska comenzó a diseñar figuras que a primera vista eran abstracciones,
en las cuales se mezclaban tonos de azul y violeta. Cuando psicólogos
examinaron los diseños dijeron que el muchacho estaba probablemente intentando representar el aura de las personas que veía a su alrededor. A los tres años, Boris comenzó a conversar con sus padres sobre el Universo. Sabía nombrar los planetas del Sistema Solar y sus respectivos satélites.
Hablaba también de nombres y número de Galaxias. Eso asustaba y la madre pensó que su hijo estaba fantaseando; por eso resolvió comprobar si aquellos nombres realmente existían. Consultó libros de astronomía y quedó impactada al constatar que Boris de hecho, sabía mucho sobre aquella ciencia.
Los rumores sobre el "niño-astrónomo" se extendieron rápidamente en la ciudad. Boriska se volvió una celebridad local y las personas comenzaron a visitarlo para oírlo hablar sobre civilizaciones extraterrestres, sobre la existencia de antiguas razas humanas cuyos individuos median tres metros de altura, sobre el futuro del Planeta en función de cambios climáticos. Todos oían aquellas cosas con gran interés no obstante no creyesen en las historias.
Los padres decidieron bautizar a su hijo, pensando que tal vez fuese una cuestión espiritual, pues creían había algo errado en Boris. Pero el fenómeno no cesó: Boriska comenzó a hablar a las personas sobre sus "pecados". Un día en la calle, abordó a un muchacho y lo amonestó por usar drogas; hablaba con ciertos hombres para parar de pegar a sus mujeres: prevenía a las personas sobre la inminencia de problemas y enfermedades. El chico sufre con el conocimiento previo de desastres naturales o sociales: durante la crisis de Beslan, rehusó ir a la escuela en cuanto duró el ataque. Cuando le preguntaban lo que sentía sobre el asunto, respondió que era como si algo ardiese dentro de él. "Yo sabía que el caso tendría un final terrible", dijo Boriska. Sobre el futuro del Planeta, advierte que la Tierra pasará por dos situaciones muy peligrosas en los años 2009 y 2013, con la ocurrencia de catástrofes relacionadas con el agua. Especialistas del Instituto de Estudios del Magnetismo Terrestre y Ondas de Radio de la Academia Rusa de Ciencias, fotografiaron el aura de Boriska mostrándose fuerte, nítida, de modo no común. El profesor Vladislav Lugovenko analiza: "Presenta un espectograma naranja, lo que significa que
es una persona alegre, positiva, con un intelecto muy poderoso".
Existe una teoría de que el cerebro humano posee dos tipos básicos de memoria: "la memoria de trabajo (consciente, voluntaria) y la memoria remota. Una de las habilidades del cerebro es salvar informaciones sobre la experiencia, sean emociones o pensamientos, una dimensión que trasciende al individuo. Esas informaciones son capturadas por un singular campo de información que hace parte del Universo. Pocas personas son capaces de tener acceso a las informaciones contenidas en ese campo".
Aún según Lugovenko, es posible medir las facultades extra-sensoriales de las personas con auxilio de equipos especiales y a través de procedimientos muy simples. Científicos de todo el mundo se han empeñado en la investigación de esos fenómenos a fin de revelar el misterio de estos niños extraordinarios como el muchacho Boris. Un dato interesante es que en los últimos 20 años, bebés dotados de habilidades infrecuentes han nacido en todos los continentes. Los especialistas llaman a estos niños "niños índigo" o "niños azules", posiblemente una referencia al avatar hindú Khrisna que, según la leyenda
era azul. "Boriska es uno de esos niños". Aparentemente, los "niños azules" tienen la misión especial de promover cambios en nuestro Planeta. Muchos de ellos tienen las espirales del DNA notablemente perfectas lo que confiere una increíble resistencia del sistema inmunológico capaz de neutralizar la acción de virus AIDS (SIDA). He encontrado niños así en la China, India, Vietnam entre otros lugares y estoy
cierto que esta generación cambiará el futuro de nuestra civilización.
En cuanto las agencias espaciales intentan encontrar señales de vida en el Planeta Marte, Boriska a los nueve años, relata a sus parientes y amigos, todo lo que se sabe sobre la civilización marciana, informaciones que él recuerda de esa vida pasada.
Boriska comenzó a diseñar figuras que a primera vista eran abstracciones,
en las cuales se mezclaban tonos de azul y violeta. Cuando psicólogos
examinaron los diseños dijeron que el muchacho estaba probablemente intentando representar el aura de las personas que veía a su alrededor. A los tres años, Boris comenzó a conversar con sus padres sobre el Universo. Sabía nombrar los planetas del Sistema Solar y sus respectivos satélites.
Hablaba también de nombres y número de Galaxias. Eso asustaba y la madre pensó que su hijo estaba fantaseando; por eso resolvió comprobar si aquellos nombres realmente existían. Consultó libros de astronomía y quedó impactada al constatar que Boris de hecho, sabía mucho sobre aquella ciencia.
Los rumores sobre el "niño-astrónomo" se extendieron rápidamente en la ciudad. Boriska se volvió una celebridad local y las personas comenzaron a visitarlo para oírlo hablar sobre civilizaciones extraterrestres, sobre la existencia de antiguas razas humanas cuyos individuos median tres metros de altura, sobre el futuro del Planeta en función de cambios climáticos. Todos oían aquellas cosas con gran interés no obstante no creyesen en las historias.
Los padres decidieron bautizar a su hijo, pensando que tal vez fuese una cuestión espiritual, pues creían había algo errado en Boris. Pero el fenómeno no cesó: Boriska comenzó a hablar a las personas sobre sus "pecados". Un día en la calle, abordó a un muchacho y lo amonestó por usar drogas; hablaba con ciertos hombres para parar de pegar a sus mujeres: prevenía a las personas sobre la inminencia de problemas y enfermedades. El chico sufre con el conocimiento previo de desastres naturales o sociales: durante la crisis de Beslan, rehusó ir a la escuela en cuanto duró el ataque. Cuando le preguntaban lo que sentía sobre el asunto, respondió que era como si algo ardiese dentro de él. "Yo sabía que el caso tendría un final terrible", dijo Boriska. Sobre el futuro del Planeta, advierte que la Tierra pasará por dos situaciones muy peligrosas en los años 2009 y 2013, con la ocurrencia de catástrofes relacionadas con el agua. Especialistas del Instituto de Estudios del Magnetismo Terrestre y Ondas de Radio de la Academia Rusa de Ciencias, fotografiaron el aura de Boriska mostrándose fuerte, nítida, de modo no común. El profesor Vladislav Lugovenko analiza: "Presenta un espectograma naranja, lo que significa que
es una persona alegre, positiva, con un intelecto muy poderoso".
Existe una teoría de que el cerebro humano posee dos tipos básicos de memoria: "la memoria de trabajo (consciente, voluntaria) y la memoria remota. Una de las habilidades del cerebro es salvar informaciones sobre la experiencia, sean emociones o pensamientos, una dimensión que trasciende al individuo. Esas informaciones son capturadas por un singular campo de información que hace parte del Universo. Pocas personas son capaces de tener acceso a las informaciones contenidas en ese campo".
Aún según Lugovenko, es posible medir las facultades extra-sensoriales de las personas con auxilio de equipos especiales y a través de procedimientos muy simples. Científicos de todo el mundo se han empeñado en la investigación de esos fenómenos a fin de revelar el misterio de estos niños extraordinarios como el muchacho Boris. Un dato interesante es que en los últimos 20 años, bebés dotados de habilidades infrecuentes han nacido en todos los continentes. Los especialistas llaman a estos niños "niños índigo" o "niños azules", posiblemente una referencia al avatar hindú Khrisna que, según la leyenda
era azul. "Boriska es uno de esos niños". Aparentemente, los "niños azules" tienen la misión especial de promover cambios en nuestro Planeta. Muchos de ellos tienen las espirales del DNA notablemente perfectas lo que confiere una increíble resistencia del sistema inmunológico capaz de neutralizar la acción de virus AIDS (SIDA). He encontrado niños así en la China, India, Vietnam entre otros lugares y estoy
cierto que esta generación cambiará el futuro de nuestra civilización.
En cuanto las agencias espaciales intentan encontrar señales de vida en el Planeta Marte, Boriska a los nueve años, relata a sus parientes y amigos, todo lo que se sabe sobre la civilización marciana, informaciones que él recuerda de esa vida pasada.
Un periodista ruso lo entrevistó recientemente sobre su experiencia como habitante de Marte, video en cinco partes subtitulada al español.