Fantasmales sábanas verdes cubrieron los cielos de numerosos países del hemisferio norte.
La densa nube de materia solar que golpeó el martes el campo magnético de la tierra su máximo pico se produjo sobre las tres de la tarde, hora española- no pasó desapercibida. El hemisferio norte notó sus efectos con creces. Además de desviar varios vuelos cuya ruta surcaba los cielos del Ártico para evitar que los pasajeros sufrieran un exceso de radiación, espectaculares auroras boreales (pincha aquí para ver las fotos) que cayeron de lo cielos en distintos países como Escandinavia, Islandia y Groenlandia -los más privilegiados-, e incluso pudieron verse en Escocia, mucho más al sur de lo que es habitual.
El fenómeno fue tan magnífico que los observadores de auroras quedaron impresionados. «Ha sido una de las mejores luces del norte que he visto jamás», asegura Andy Keen, de Inari (Finlandia) a la web Spaceweather.com. «Fue, en definitiva, realmente espectacular y algo que va a vivir conmigo para toda la vida», dice con emoción Chad Blakely, guía turístico del Parque Nacional de Abisko en Suecia. «No puedo describir la emoción».
Las luces del norte crearon fantasmales y gigantescas sábanas de color verde en el cielo. La tormenta se calmó a medida que cruzaba el Atlántico y se agotó casi completamente en el momento en que llegó a América del Norte.
Los efectos de la tormenta solar de clase M8,7, la más intensa desde 2005, seguirán notándose durante todo el día de hoy, aunque no se esperan daños de consideración. No se descarta que en los próximos días las manchas 1401 y 1402 provoquen nuevas erupciones solares, incluso más intensas.