jueves, 26 de enero de 2012

Noticias solares: A la espera de la tormenta solar definitiva.

La voz de Galicia.es

El Sol ha salido de su letargo. Aunque usted no lo haya advertido, la Tierra es bombardeada por miles de millones de partículas de alta energía procedentes del astro rey. Ocurre a diario, solo que en esta ocasión el bombardeo ha sido masivo. Es la consecuencia de la gran erupción desencadenada el pasado lunes en la corona solar y que ha lanzado a la atmósfera una nube gigante de plasma magnetizado. Es la mayor tormenta solar ocurrida en los últimos siete años y que puede producir cuando alcanza el planeta lo que hizo el martes, tormentas geomagnéticas entre dos y seis días después de su emisión.

¿Las consecuencias? Daños en los satélites, en las comunicaciones, en los aparatos eléctricos y en la navegación aérea con rutas que discurren por las zonas polares. De momento, y según los expertos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), el impacto de este fenómeno ha sido «menor» de lo esperado, aunque la aerolínea Delta Air se vio obligada ayer a cambiar de itinerario en algunos de sus vuelos transpolares entre Asia y Estados Unidos.

El actual es el chorro de protones más potente desde el 2005 y ha sido clasificado en la categoría tres en una escala de cinco. O, lo que es lo mismo, es un suceso «fuerte», pero no «grave». «Lo más probable es que las tormentas geomagnéticas no causen efectos graves en las infraestructuras, como en las redes de telefonía, pero sí podrían dar lugar a auroras en las altitudes altas», según se recoge en un comunicado de la Agencia Espacial Europea.

«Lo que está ocurriendo no es excepcional», aclara José Ángel Docobo, director del Observatorio Astronómico Ramón María Aller de la Universidade de Santiago, quien explica que sucesos como el actual son esperables en el futuro, ya que el Sol ha entrado en su período de máxima actividad, que se sucede de forma cíclica con una periodicidad aproximada de once años. Así, a las épocas de letargo suceden otras de actividad en las que se pueden desencadenar erupciones solares de mayor o menor intensidad. La más violenta que se ha detectado ocurrió en 1859, que dejó inutilizada la red de telégrafos, el único sistema eléctrico ampliamente extendido en aquel momento. Si hubiera ocurrido hoy en día, las consecuencias serían mucho mayores.

«El Sol está despierto» 

«El Sol está nuevamente despierto -apunta Docobo- y es posible que de aquí a los próximos años estos sucesos se repitan». Hace unos años, un informe de la NASA había vaticinado una tormenta solar de enorme magnitud para finales de este año, aunque los datos más actualizados, ofrecidos en esta ocasión por la NOAA, apuntan a que la nueva erupción, cuya intensidad se desconoce, podría producirse en mayo del 2013.

Cuando la actividad solar alcanza su pico máximo aparecen manchas en el astro rey, que son zonas más frías y de color oscuro. Esta diferencia térmica es lo que produce las erupciones, grandes y violentas llamaradas que pueden liberar enormes cantidades de materia a la atmósfera.