Juan el bautista enseño variedades de oraciones a sus seguidores, los grandes maestros escribieron oraciones para sus dscípulos y los maestros religiosos de los judíos tenían unas veinticinco o treinta oraciones establecidas que recitaban en las sinagogas y en las calles pero Jesús de Nazaret estaba particularmente en contra de orar en público.
Los Apóstoles pocas veces les escucharon orar a Jesús de Nazaret, pero observaban con mucha atención que pasaba noches enteras orando o dedicado a la adoración, y tenían mucha curiosidad por saber la manera o forma de sus oraciones ya que no sabían que decir cuando las multitudes les suplicaban que les enseñaran a rezar, tal como lo hizo Juan el Bautista.
Entonces Santiago Zebedeo le dijo a Jesús: «Muy bien, Maestro, pero no pedimos una fórmula de oración para nosotros, sino más bien para los nuevos creyentes que tan frecuentemente nos imploran: `enseñadnos a orar en una forma que sea aceptable al Padre en los cielos'».
Y Jesús contestó: «Si pues, aún deseáis tal oración, os daré la que enseñé a mis hermanos y hermanas en Nazaret»:
Santificado sea tu nombre.
Venga tu reino; hágase tu voluntad
Danos hoy nuestro pan para mañana;
Refresca nuestra alma con el agua de la vida.
Y perdónanos nuestras deudas
Así como también perdonamos a nuestros deudores.
Sálvanos de la tentación, líbranos del mal,
Y haznos cada vez tan perfectos como tú.
"Jesús enseñó a los doce que debían orar siempre en secreto; que debían alejarse a solas, en la serenidad de la naturaleza, o encerrarse en sus cuartos para orar."
Después cuando Jesús murió y ascendió al Padre Universal, muchos optaron por agregar al final de la oración del Padre nuestro las siguientes palabras; «En el nombre de Señor Jesús Cristo».
Entonces cada vez que oramos al Padre Amor cada vez que nos desahogamos en el, estamos entregando nuestras súplicas en el nombre de su hijo Salvador.
Mas tarde se perdieron dos líneas al copiarse esta oración y fué agregada la frase; «Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria, por siempre jamás»
En su enseñanza sobre la oración, Jesús aplicaba los puntos mas eficaces para lograr una oración efectiva.
La oración eficaz debe ser: