lunes, 2 de julio de 2012

Captan el movimiento de los gases en una violenta llamarada solar.

Las imágenes permiten conocer más detalles sobre las tormentas solares extremas, capaces de causar daños en satélites.

El Sol el 7 de julio de 2012 en las longitudes de onda 2011, 173 y 191.
Un grupo de científicos ha identificado las primeras imágenes del movimiento de gases en los albores de una violenta erupción solar. Una eyección de gases, a un millón de grados y de larga persistencia, denominada anillo coronario. Un paso más en el camino de comprender los orígenes de las tormentas solares extremas, fenómenos capaces de causar daños en satélites en órbita e instalaciones eléctricas en la superficie de la Tierra.

Los anillos coronarios son unas erupciones en la atmósfera del Sol causados por perturbaciones en su campo magnético. Son aros de fuego que se suelen dar en las zonas más activas de la superficie de la estrella. Regiones que, por su parte, son el origen de las violentas erupciones solares conocidas como Eyecciones de Masa Coronaria. El grupo de científicos ha podido observar por primera vez el movimiento de los gases que los forman.

El estudio de estos movimientos permitirá estudiar con detalle cómo se calientan estos anillos y como se mantienen en la superficie del Sol. Las imágenes ofrecidas por el satélite Hinode (un esfuerzo conjunto entre Japón, la NASA y la Agencia Espacial Europea) han mostrado chorros de plasma desplazándose a velocidades de 20 kilómetros por segundo dentro de estos aros. Según los investigadores, que han publicado sus resultados en la revista Astrophysical Journal Letters, probablemente se deben a un «calentamiento impulsivo» que ocurre en la parte baja de estas estructuras.

«Midiendo el calentamiento de las zonas activas de la superficie del Sol puede ayudarnos a comprender los mecanismos físicos que se suceden en los eventos más energéticos, los que pueden afectar al medio ambiente terrestre», afirmó Helen Mason, investigadora de la Universidad de Cambridge y coautora del trabajo.

La actividad solar sigue ciclos regulares. El próximo máximo se espera para mediados de 2013. Durante estos periodos la atmósfera del Sol emite potentes llamaradas con capacidad de afectar severamente a la Tierra. «A veces los flujos magnéticos pueden elevarse o sumergirse y afectar al campo magnético. Creemos que las eyecciones de plasma se deben a reconexiones que ocurren o en anillos o cerca de la superficie. Estas disrupciones a veces son suaves, pero otras pueden ser catastróficas», explicó Mason.

Aunque probablemente no sirva para detener estas erupciones, los científicos creen que el avance en el estudio de las regiones activas del Sol permitirán, cuando menos, para hacer predicciones de cuándo ocurrirán.